Sueño con mi hijo cada noche… con su sonrisa, con sus ojos… sueño con él y con su papá día y noche. A decir verdad no sueño, los veo… los veo en mi mundo de rosas en el que vivo. En mi realidad paralela donde todo es perfecto y los golpes de Javier no me duelen. Las revistas dicen que mi separación de Javier fue por un problema psiquiátrico y a juzgar por mi estado actual, lo han confirmado. Casi no hablo, excepto con Emilia, la única persona fiel que me queda. Mi mirada siempre está perdida en ese mundo de mi mente donde veo a mi pequeño y a su papá. Javier continúa saliendo con su colección de amantes y en ocasiones, hasta las trae a la casa… siempre intentando generar en mí un ataque de celos y lo único que logra es que lo odie más y más… ¿por qué no me deja en paz? ¿Por qué? ¿De qu