Los días comenzaron a transcurrir demasiado rápido y así, al darme cuenta ya había pasado mi primera semana en aquella hermosa aunque vacía mansión. Finalmente, después de seguir insistiendo, Tracy respondió mis llamadas alegando que había tenido interferencia debido aquella tormenta eléctrica, pero no lo crei del todo, ya que en esa llamada no logre escuchar su típico tono de voz alegre, así que después de escuchar todas sus quejas llegue a la conclusión de que en realidad seguía enojada por el guardaespaldas que se le había asignado, aunque no tenia ms remedio qué desquitarse conmigo porque claramente, le avergonzada realizar su queja en contra de aquel que se había encargado de su seguridad, es decir mi jefe. Alexander. Cuando colgué la llamada, me di cuenta de que no había podido co