Kaden —Es curioso—Murmuré observando el filó de la navaja— La estabilidad de un ser humano cuelga de un hilo tan fino; como una cuerda floja— Sus sollozos y gemidos de dolor solo me provocaban, adrenalina— Nunca comprendí por qué te quedaste con él—Jugué con la punta de la navaja, clavándola en mi dedo pulgar, girándola— Siempre te manipuló a su antojo, Annabella. Te tuvo donde quiso, de rodillas y con la cabeza baja. Mientras tú te ibas de vacaciones con Rinaldi, la ira de Cameron caía sobre sus hijos y nunca te diste cuenta de eso. —¡Por favor! —Con mis pequeños puños golpe la puerta del sótano, era un lugar; frío, oscuro y lleno de cosas que no pertenecían a este mundo—¡Papá! ¡Saque de aquí! —Caí al suelo abrazando mis rodillas asustando. Asustado porque sabía que me dejaría en ese