Los días transcurrieron con tranquilidad. No hubo más imágenes ni rastro de Taylor por ninguna parte. ¿Quién podría imaginar que una mujer tan elegante y atractiva pudiera ser tan cruel? Noah se había distanciado de ella; era consciente de que ella le enviaba mensajes, pero él optaba por ignorarlos. Sin embargo, después de un día en el bar en el que lo encontré bebiendo con unos amigos, todo cambió. La situación regresó a la normalidad, y él se convirtió de nuevo en el novio atento que siempre había sido. No volvimos a hablar sobre las fotos ni sobre Taylor. Estoy disfrutando de mi último día aquí en Vancouver, un verdadero oasis natural en la costa oeste de Canadá. Rodeada de imponentes montañas y el resplandeciente océano Pacífico, que nos ofrece un paisaje realmente impresionante. Nos