La mirada de Morgan quedó fija en la sombra oscura que bloqueaba su paso, había un sentimiento de tristeza en el aire, que ella no pudo evitar sujetarse el corazón, al mismo tiempo tenía un miedo inexplicable, sintió un cosquilleo en el cuerpo y retrocedió un paso, estaba lista para echarse a correr, algo le decía que debía de mantenerse lejos de esas criaturas, pero su vista viajó hasta sus hijos, tenía que quedarse y defenderlos. —Mo…org…an. Aquellas palabras salieron de aquel oscuro, no tenía ojos o brazos, era solo una silueta consumida por la oscuridad, y su voz, era como la de un anciano. —¿Qué cosa eres?—Preguntó ella armándose de valor, ¿Por qué pronunciaba su nombre?. Aquel oscuro empezó a acercarse a ella, trayendo consigo aquel frio atroz que congelaba hasta los huesos. Mor