Annie. Ha llegado la hora de despedirnos, de decirle adiós a Bali, y de decirle adiós a Sebastián, y por primera vez eso no supone todo un drama para mí, se trata de solo eso, una despedida que en cualquier momento puede convertirse en un hasta luego. Hasta luego a Bali, hasta luego a sus playas, hasta luego a dormir tarde sintiendo el sol entrar por la ventana, hasta luego a las cabañas, y hasta luego a Sebastián. Creo que nunca en mi vida había disfrutado tanto de algo como todo lo que Bali tuvo para ofrecerme, me emborrache, me divertí y del mismo modo también medite, hice rituales de sanación y ahora puedo decir con seguridad que es otra persona la que se baja de este avión, justo como lo había esperado, justo como había estado buscando, sin embargo hay algo que me descoloca un poc