Nathan. -Nathan, ¿Sigues ahí? - Me pregunta Annie, mientras yo me quedo absorto mirando a un punto fijo en la pared. ¡Ha vuelto, ha regresado! Y no sé si eso me hace feliz o me enfurece de todas las formas posibles, es una completa descarada, se va, me deja a mi suerte y me llama un mes después para decirme que ha regresado, como si nada, como si se tratara de un juego, como si yo tan solo fuera un puñetero juguete con el que ella se divierte. Mi cabeza se debate entre dos cosas, en correr a donde sea que ella este, verla, abrazarla y besarla, o por el contrario simplemente ignorar el hecho de que me abandono sin dar explicaciones, sin mirar atrás y sin detenerse a pensar en lo que yo podía sentir. Es una maldita egoísta, y creo que nunca había estado más seguro de eso, la odio por