Los oídos me pitan y siento mi corazón latir a mil por segundos. Esto no me puede estar pasando a mí. «No ahora». —Florencia, necesitamos una explicación coherente. —Las palabras de Marcella son suaves, pero puedo ver la decepción en sus ojos y mierda, duele. Duele que ellos me crean capaz de hacer algo así. —Marcella, lo juro —trago duro. —No tengo anda que ver. —Mentira —replica en tono duro Luca— ¡Di la jodida verdad! —Grita haciéndome estremecer en mi lugar. —Todo apunta a ti y tu relación con ese hombre —Marcella continua y señala las fotografías. — ¿Qué quieres que crea? —Asumo que conozco a Jack, él y yo tenemos una historia pasada, y ahí está, —susurró—. Esa fotografía en el café solo fue un intento de que me dijera quién es la persona que estaba robando las campañas. —Qué