El tiempo pasaba muy rápido en dos semanas se cumpliría el plazo para ser la reina de los vampiros, y eso me ponía nerviosa.
Pequeños toques en mi puerta me hicieron salir de mis pensamientos inmediatamente me levanté quedando sentada en mi cama, no tenía que ir a la academia el día de hoy así que me distraía viendo TV.
— Pasé... — dije mientras apagaba la tv.
— Hola mi niña. — mi padre había entrado en mi habitación con una sonrisa de oreja a oreja.
— Hola padre, ¿Por qué la sonrisa? — pregunté curiosa.
— Nicolás se convertirá en alfa de la manada. — dijo mientras se sentaba en el pequeño sillón que yo ocupaba para leer. Abrí los ojos como platos y mi padre sonrió notando mi impresión. —Eso no quiere decir que tengas que hacerte cargo tú de nuestra manada, tu madre y yo tenemos en
