Mael Lennox
Me mira con enojo, una mezcla entre frustración contenida e incredulidad, como si no pudiera asimilar por completo las palabras que acaban de salir de mi boca.
— No lo harás — asegura Ezel con una firmeza cortante, cargada de advertencia — no me importa si Fadyx llora, grita o patalea. Te puse ahí, en mi lugar, precisamente por esto… porque tú no eres su compatible y por lo tanto no deberías ser débil ante ella, Mael — su voz se eleva con cada palabra, su rabia se vuelve más palpable, como si quisiera arrancarme a gritos la obediencia.
— Tú tanto como yo sabes que no tiene sentido que Aonyx esté en nuestra fracción — respondo, con el ceño fruncido por la impotencia — puede que sea su hermana, pero algo está mal. Su presencia sólo complica las cosas y tú lo sabes.
— Y por lo
