Fadyx Mayken Observo con atención mis costillas, notando que ya están sanando poco a poco. Me siento más ligera, puedo caminar con mayor facilidad y mi vientre comienza a mostrar un leve crecimiento. No es aún una bolita perfectamente redonda, pero sin duda está tomando forma, creciendo de manera constante y saludable. La emoción me invade y no puedo evitar dejar escapar un pequeño grito de alegría. Este momento de mi vida se siente único, irrepetible… cada día parece superar al anterior, como si el tiempo estuviera decidido a regalarme instantes cada vez más valiosos. Llevo ambas manos a mi vientre, acariciándolo con suavidad mientras mi mente se llena de preguntas y fantasías. Me pregunto cómo serán estas dos bellas criaturas, qué rasgos tendrán, qué personalidad esconderán en su inoce