Mael Lennox La sangre gotea de sus dedos con lentitud, gruesas gotas rojas que caen al suelo como un eco constante de su dolor. El sudor frío recorre sus sienes, perlándose en su piel mientras aprieta con desesperación el trapo en su boca, negando una y otra vez con la cabeza. Las lágrimas, espesas y ardientes, se mezclan con el polvo de la habitación, cegándola por momentos. La veo arquear su cuerpo hacia arriba, como si intentara escapar de un sufrimiento que la atrapa sin darle respiro. De su garganta salen sonidos rotos, gemidos de dolor y súplicas ahogadas. De pronto, su nariz comienza a sangrar. Einar regula el voltaje con un movimiento pausado, bajándolo lo suficiente como para darle un respiro antes de que su cuerpo ceda por completo. — No me hagas llevar esto a otro extremo, Ao