AMARIS…
La observo dormir tranquilamente mientras yo disfruto del indescriptible sentimiento de encontrar a la persona indicada, si bien lo nuestro va muy rápido tenemos el resto de nuestra vida. Beso su frente recordando lo mucho que me sorprendí cuando ella me pidió que nos casáramos solo ella y yo antes de la enorme boda que de seguro nuestras familias quieren hacer.
- Duerme – su voz me saca de mis pensamientos viéndola abrir los ojos lentamente dejándome sin aliento al verlos. - ¿Qué perturba tu mente? – se acomoda pegándose más a mi cuerpo.
- Tengo miedo a quedarme dormido y que desaparezcas – hablo a lo que ella sonríe.
- ¿Crees que soy un sueño? – siendo sus labios en mi cuello comenzando a besar mi piel mientras lentamente se pone sobre mi. - ¿
