- ¿enserio? – pregunta divertido Amaris cuando me detengo frente al restaurante, me vuelvo a verlo sonriendo. - ¿quieres conocerme? – pregunto a lo que él asiente con la cabeza – desde que nacimos siempre hemos estado rodeados de todo tipo de lujos. Cuando viajo a cualquier ciudad me gusta comer en restaurantes normales, donde la comida es muchísimo mejor que los restaurantes de lujo a los que me invitan las personas con las que hago negocios. - Me sorprendes – dice él tomando mi mano besándola - ¿vamos? - Si quieres vamos al restaurante que tú quieras – comento a lo que él niega con la cabeza. - Yo te seguiría hasta el mismísimo infierno- responde a lo que yo niego con la cabeza viéndolo bajar del auto rodeándolo hasta llegar a mi puert