Le devuelvo el beso a Chiara con ganas, abriendo mi boca para dejar entrar a su lengua. Me pierdo en sus besos y en sus dedos recorriendo mi nuca. Cuando digo que podría llevarme toda mi vida besándola, no miento. Ella es todo lo que está bien, sé que a su lado es donde debo estar. Aprieto mis dedos en su cintura y ella arquea su espalda para estar más cerca de mí. Llevo una de mis manos por toda su espalda hasta llegar a su nuca y me echo hacia atrás en la cama, trayéndola conmigo. Lo quiero todo de ella, y no me refiero a su cuerpo. Quiero estar con ella porque siento que es lo que necesito. Sus caderas se mueven y yo jadeo en sus labios. Nunca he necesitado a alguien como la necesito a ella y, me doy cuenta, que jamás nadie va a poder reemplazarla. Quiero a esta chica y estoy dispuesto

