Son las once de la noche y Dymitri me ha traído a la oficina y estoy subiendo en el ascensor hasta la última planta. Es la primera vez que vengo y estoy un poco nerviosa.
Sé que apenas tiene que quedar nadie aquí, pero igualmente, estoy nerviosa porque Mark no sabe que vengo.
Llevo una bolsa con sushi en mi mano para cenar los dos juntos porque es tarde y tiene que estar cansado y tener hambre.
Cuando las puertas del ascensor se abren, me encuentro allí con Masha. Ella me mira sorprendida y luego, sonríe.
— Hola, no te esperaba aquí.
— Hola, vengo a ver a Mark.
— Ahí está sentado frente al ordenador —me informa— A ver si tú consigues que se vaya a casa.
Entra en el ascensor y yo salgo. Me giro y ella pulsa el botón para bajar. Ambas nos quedamos mirándonos hasta que las puerta
