Sigo la camilla mientras pregunto a los técnicos por su estado, pero nadie me responde mientras la meten en urgencias y me dejan allí, mirando las dos puertas moverse, viendo una Irina completamente destrozada. Siento que todo mi mundo se está desmoronando porque es mi culpa. No debería de haberlos mandado a casa, podría haber pasado la mañana sin el portátil y ya está, no era tan importante, pero los mandé y ahora están los dos en el hospital. Una enfermera intenta tranquilizar a Irina mientras yo sigo de pie, inmóvil, no puedo moverme porque todos los momentos que he pasado con Chiara se están agolpando en mi cabeza y me duele el pecho, me duele como si me estuvieran arrancando el corazón. Me duele igual que cuando ella me dejó. Me siento en una de las sillas y meto mi rostro entre mis

