No sé si estoy brillando, o es Mark con su imponente presencia la que hace que todo el mundo nos mire, o quizás es porque ahora es el dueño de una de las empresas petroleras más importantes de Rusia.
Él no soltó mi mano en ningún momento mientras entrábamos. Yo me repetía una y otra vez que tenía que andar con la espalda recta y que tenía que tener cuidado para no caerme con estos altos zapatos. Me presentó a cada persona que él paró a saludarse. Inna me miró de arriba abajo y después me sonrío mientras yo deseaba que se ahogara con su lengua viperina.
Nina ha intentado estar cerca de mí siempre, como si fuera mi guardaespaldas y una fiel amiga. La casa de los padres de Mark es una mansión y está situada en el barrio más rico de Rusia. Tiene dos pisos y si por fuera es preciosa con su
