Jared Fischer Voy con Frederic en nuestros minutos de descanso a la cafetería más cercana al despacho y mi compañero apenas ha dicho dos palabras. Es lunes y se nota. Había estado discutiendo con Liv después de que llevara a Ben porque no le había comentado nada de Grace. La verdad no es que se me hubiese olvidado, si no que sabía que Liv pondría el grito en el cielo y no tenía necesidad de una discusión como la que había tenido. Ben quería ver a Grace para que le enseñara a pintar y yo no iba a decirle que no. Aunque admito que lo pensé mucho porque no sabía si era una buena idea. Entendía la postura de Liv y entendía que se enfadase y que no le gustara que Grace estuviera cerca de mí, pero no tenía más remedio. Entramos en la cafetería y nos sentamos en la barra, en el mismo sitio