Jared está tumbado en la cama mirando su móvil sólo con su bóxer puesto. Yo tengo el cuaderno entre mis piernas y estoy dibujándolo. Sus ojos se posan sobre los míos y me encanta que tenga tanta paciencia para que dibuje sus tatuajes a la perfección. — ¿Cómo vas? —Pregunta. Giro el cuaderno y él lo sostiene. Muerdo mi labio mientras observa el dibujo y alzo una ceja cuando me mira. Sus labios se curvan en una sonrisa dándome a entender que le gusta. — Eres completamente una artista, ni el tatuador ha dibujado tan bien mis tatuajes. Me río y me agacho para posar mis labios con los suyos gentilmente. A pesar de ser de madrugada, ambos seguimos despiertos y no quiero irme a dormir hasta que no termine. Llevo tiempo queriendo terminar el dibujo y no dormiré hasta que le de los últimos ret