Aprieto nerviosa la bolsa mientras esperamos de nuevo en casa de aquella familia perfecta. He estado todo el camino diciéndole a Jared que siento que algo no saldrá bien hoy. Él me ha dicho que todo irá bien, que se comportarán. Es el cumpleaños de Ben y él me ha invitado. Habíamos ido hace unos días al parque y a comer un helado, donde me manché la camiseta y el niño se estuvo riendo porque “yo no me he llenado y tú sí”. Él era tan genuino, sonriente y feliz… Su alegría es contagiosa y me cae bien, muy bien. Me había hecho un dibujo que tenía colgado en mi tablón. No, no éramos él, su hermano y yo. Eran robots, del fin del mundo, o eso me había dicho. La puerta se abre y veo a Rose sonreír. Ella lleva un bonito vestido floreado y nos deja pasar. Muerdo mi labio y quiero coger la mano de