James escuchó a alguien tocar a su puerta, y aún estaba muy nervioso, todavía no sabía qué decir, ni cómo actuar. Nunca antes le había pasado algo así, entonces se comportaba como un chiquillo inmaduro y tímido. LYNDA: James, soy yo Lynda. Escucha, ya no te pudimos decir más, pero Rose le consiguió un trabajo a Shelly por medio de sus contactos… Por eso está tan arreglada. Ella sólo quería despertarte con un beso para pedirte personalmente que la acompañes. ¿Vendrás? Yo los llevaré, pero debemos irnos de inmediato… James abrió la puerta, y aunque aún estaba nervioso y apenado, su sentido de la responsabilidad con Shelly, era primero. Intentó hacerse de nuevo el rudo y afrontar lo que fuese. JAMES: ¡Está bien!... Voy con ustedes. LYNDA: Y, por cierto, James… Sólo quería decirte que no