Esa tarde, James y Sara tardaron en irse porque seguían platicando con Michael, así que Betty regresaba del colegio y volvió a ver a James. —¡James! ¡Eres tú! ¿Qué haces aquí? ¿Vas a volver a vivir aquí? —preguntó Betty dejando su mochila en la mesa y corriendo a abrazar a James. —No, esta casa seguirá siendo de ustedes... Solo vine a platicar con tu hermano y recoger unas cosas, que por cierto, aún no termino de recolectar... —recordó James. —¿Significa que te irás? ¿Para siempre? —dijo Betty con decepción. —Pues... sí y no... Porque en realidad estoy viviendo muy cerca y podemos vernos seguido... —alentó James. —No lo sé... —dijo Betty frunciendo el ceño y haciendo un puchero —No has venido a visitarnos en estos días que hemos estado aquí... —¿No estoy ahora aquí? No he venido a

