No sé qué hacer. Narra Liv. Ese momento en el lago hace dos días fue una de las experiencias más hermosas y catastróficas de mi vida. Cuando Charlie corrió hasta mí y me detuvo me sentí contenta, como si flotara de repente en una burbuja de somnolencia, alegre y con una extraña y repentina paz, ya que en ese momento me sentía como en una montaña rusa de emociones, pero así como llegaron esas sensaciones, así de rápido se esfumaron. Por un momento estaba contenta de tenerlo a mi lado y en el otro me sentía molesta por los comentarios absurdos que hacía, y también me sentía triste porque una persona no merece que lo lastimen de esa forma, aunque él sin querer me lastimó a mí aún más de lo que pensé que podía lograr. Mientras bailábamos esa hermosa canción, con un fantástico atardecer de