—No lo sé— me veo forzada a decir, pues admitir que en realidad era Julius quien hablaba con él me haría ver como una tonta frente a Alessandro, él me advirtió que no debía confiar en él, lo hizo por mi bien y yo lo ignore— estaba de espaldas a mí, ademas estaba oscuro así que no logre ver su rostro.
—¿Se lo dirás a tu padre?— cuestiona mi amigo y yo, únicamente suelto un suspiro.
—Por supuesto— admito, pero sigo en pleno estado de shock, simplemente no puedo creer lo que vi. ¡Julius intento engañarme y por poco y lo consigue!
—Entonces te acompaño—sugiere, pero yo niego con la cabeza.
—¿Acaso olvidaste que mi padre te tiene en buena estima?— menciono para evitar que entre conmigo a la casa.
Cuando Alessandro entro en la vida de Vittoria y la mía, siempre tuvo curiosidad del porqué mi
