De lo que habíamos estado hablando con Rafael y mucho por esos días, era de nuestras metas amorosas en la vida y ambos coincidíamos en que deseábamos que la persona que estuviera a nuestro lado nos hiciera de soporte en las buenas y en las malas. Que entendiera que somos seres independientes, pero que a la vez fuera capaz de aceptar nuestras decisiones y nuestros deseos.
Por supuesto que ambos estábamos algo condicionados por nuestras no del todo buenas experiencias recientes: él por la tal Laura, quién creyéndolo menos que lo que merecía había sido capaz de humillarlo y engañarlo aunque sin conseguir que resignara sus sueños por intentar demostrarle lo contrario. Yo porque tras haber comprendido que no debía dejar pasar más las oportunidades que se me presentaban, había encontrado a algu
