OWEN SINCLAIR - PARTE I, SAGA DIAMANTES

FRIALDAD

VIORICA



Respiro profundamente echando la cabeza hacia atrás sintiendo una punzada en la cabeza al tiempo que me quito los lentes masajeándome la sien viendo mi libreta y libros sobre el escritorio donde me encuentro estudiando. He pasado gran parte de la tarde estudiando, aunque no se en que momento paso el tiempo. Me estiro en la silla extendiendo los brazos y arqueando la espaldas sonriendo ya que es algo que siempre hago cuando estudio, me concentro tanto que olvido todo lo de mas.

- Al fin te encuentro – escucho decir al tiempo que siento besan mi frente y al volverme a ver al hombre que se sienta a mi lado me encuentro con Luckyan quien pone un vaso de café frente a mi lo que me hace sonreír.

- Me acabas de leer la mente – digo tomando el vaso blanco de Starbucks besando su mejilla – gracias

- ¿quieres que vayamos a cenar? – pregunta observando lo que hay en la mesa y en mi portátil – supongo que no has comido nada – niego con la cabeza – ¿no quieres ir a cenar o no has comido?

- No he comido – respondo a lo que el besa mi sien antes de empezar a recoger mis plumones mientras bebo un poco de mi café una pregunta viene a mi mente. - ¿te gusto? – él se vuelve a verme divertido.

- Sí, pero no de la forma en la que piensas – enarco una ceja confundida.

- ¿te caigo bien? – estalla en una sonora carcajada

- Desde el primer instante en que te vi – responde mientras recogemos y guardamos mis cosas.

Una vez listos salimos del lugar viendo mucho movimiento en la universidad, muchos estudiantes con el rostro pintado y camisas azules entre otras cosas. Confundida me vuelvo a ver a Luckyan que lleva mi morral al hombro, pero cuando estoy por hablar me tenso al ver que se acerca el imbécil y su hermana que luce como una muñeca con su uniforme de porrista.

- Soy Oliver – responde el imbécil confundiéndome.

- Son gemelos – habla Irisa y entonces lo recuerdo que April lo menciono en la fiesta. - ¿van al partido?

- ¿partido? – pregunto confundida a lo que ellos me observan igual.

- Hoy juega Owen – responde Irisa entonces recuerdo lo que Luckyan me dijo en la piscina.

“ - ¿eres capitán del equipo de natación? – pregunto viendo un costado de su gorro. Él asiente con la cabeza sonriendo arrogante a lo que yo ruedo los ojos. - ¿y tus hermanos?

- Owen, del equipo de futbol americano. Oliver, del equipo de remo, Irisa…

- De las animadoras…”

- En realidad, vamos a cenar – responde su hermano a lo que ella le lanza una mirada molesta – Viorica no ha comido

- Luck… - trata de hablar, pero su hermano la toma abrazándola y diciéndole algo oído.

- ¿puedo acompañarlos? – pregunta Oliver sorprendiéndome.

- Su hermano esta por jugar – hablo haciendo que los tres se vuelvan a verme y luego sus celulares.

- Tenemos tiempo – responde Irisa tomándome del brazo antes de iniciar a caminar.

- Me asustas – comento divertida a lo que ella se encoje de hombros como si nada mientras continúo bebiendo mi café. La observo y debo admitir que ella me cae bien al igual que Luck, los dos poseen un aura atrayente lo que hace que sea fácil estar cerca de ellos y contagiarse de esa alegría que exudan.

- ¿te gustaría pertenecer a Sigma Kappa? – pregunta de repente haciéndome detener en seco volviéndome a verla incrédula.

- Es broma ¿verdad? – pregunto a lo que ella niega con la cabeza. – entrar a una fraternidad es algo difícil.

- si quieres, podemos hacerlo posible – responde Oliver haciéndome fruncir el ceño en lo que llegamos al restaurante.

- Una tentadora oferta, pero no me interesa – respondo haciéndolos reír divertidos.

- ¿Saben cuántas chicas matarían por una oportunidad como esta? – pregunta Luck mientras bebo de mi café.

- Dénsela a una de ellas – respondo sin más haciéndolos reír mientras nos sentamos en una mesa y ordenamos nuestra comida.

Empezamos hablar de temas triviales y yo me divierto con ellos. Aunque en ocasiones me tenso al ver a Oliver, pero recuerdo que no es Owen y me tranquilizo. Durante la cena intercambiamos números hasta que llegan dos chicas buscando a Irisa.

- Ven al juego – me invita la castaña sonriente a lo que yo me vuelvo a ver a Luck.

- No creo estar vestida para la ocasión – digo a modo de broma a lo que ella le extiende la mano a una de las chicas que le entrega una bolsa negra.

- Quítate la camisa – pide Oliver haciendo que lo vea con una ceja enarcada – ya te conocemos desnuda – estallamos en una sonora carcajada mientras me quito la camisa quedando en un top deportivo al tiempo que Irisa me extiende una camisa azul, al ponérmela me doy cuenta que es del equipo de la universidad.

- Átate el cabello en una coleta alta – pide Luck entregándome una coleta, hago lo que me pide y una vez lista salimos de allí. Durante el camino noto como todos nos observan, pero los ignoramos hasta que llegamos al campo donde el ambiente me hace sonreír ya que parece salido de High School Musical. Los hermanos me guían hasta una especie de palco donde algunas de las chicas que se encuentran allí me observan con odio.

- Disfruta del partido – dice Irisa antes de irse dejándome con Oliver y Luck.

- ¿Es muy tarde para decir que no entiendo de futbol americano? – pregunto haciendo que los dos se vuelvan a verme divertidos justo cuando por los altavoces anuncian la salida de las porristas y estas aparecen encabezadas por Irisa haciendo que el lugar enloquezca.

- Eso no importa – habla Luck sonriéndome – solo diviértete.

- Tu sola presencia es suficiente para que este partido sea interesante – habla Oliver guiñándome un ojo, lo observo confundida, pero decido concentrarme en la rutina de Irisa y las porristas.

La castaña sonríe mientras se mueve hechizando a los presentes con su sola presencia algo que demuestra cuando nos pone a cantar con ella, en un momento nuestras miradas se encuentran, me guiña un ojo haciéndome reír justo cuando por los altavoces anuncian la salida del equipo rival y luego de que este sale anuncian a los Yale Bulldogs.

- Disfruta de la vista – habla Luck en mi oído, me vuelvo a verlo confundida, pero él me toma del mentón haciendo que observe al campo y al hacerlo siento como un escalofrió me recorre la espalda al verlo.

Paso saliva sin poder apartar la mirada del imbécil que camina hacia la banca que está justo frente a nosotros.

- Nuestros Bulldogs – anuncian de nuevo haciendo que la tribuna enloquezca – liderados por nuestro capitán Owen Sinclair – la piel se me eriza cuando él levanta el casco haciendo que la euforia aumente. De repente siento que la respiración se me torna pesada al escanearlo con la mirada, el uniforme le queda de maravilla.

- ¿algo que te guste? – pregunta Oliver en mi oído haciendo que la piel se me erice. ¡Hijos de puta! Pienso cuando los observo y ellos a mi divertidos.

- Idiotas – les digo a lo que ellos ríen divertidos vuelvo la mirada al campo encontrándome con esos hermosos ojos grises que me observan con sorpresa. De repente siento que hace mucho calor al tiempo que siento una deliciosa contracción en mi sexo ante la intensa mirada del imbécil.

- esa si es una intensa mirada – comenta Luck haciéndome sonrojar y más cuando el imbécil me regala una hermosa e intensa sonrisa que me deja sin aliento.

- No crees que subió un poco la temperatura – comenta Oliver haciendo reír a su hermano mientras nos sentamos – ten – me entrega una botella de agua de la que bebo viendo el inicio del juego.

A medida que este avanza Luck y Oliver me explican un poco del juego, pero en momentos me tenso cuando veo que se le van encima al imbécil que es el numero dieciocho, número que curiosamente tiene mi camisa, aunque no he visto otra con el mismo número. En la primera anotación hecha por el imbécil veo como se quita el casco mirándome directamente antes de guiñarme un ojo. Trato de suprimir una sonrisa, pero es imposible por lo que desvió la mirada hacia Irisa que me observa divertida. Cuando el partido acaba sonrio porque he de aceptar que me divertí como nunca, al salir del campo Irisa llega hasta nosotros sonriendo feliz.

- ¿y? – pregunta hacia mí - ¿Qué te pareció?

- Interesante – responden Luck y Oliver al tiempo

- Me pregunto a mi – me quejo a lo que ella asiente con la cabeza – nunca había ido a un partido. – los tres me observan incrédulos.

- ¿enserio? – pregunta la castaña tomándome del brazo caminando conmigo – ¿no fuiste a la prepa?

- Sí, pero allí no asistí a ninguno de los juegos – respondo haciendo que niegue con la cabeza – no era muy sociable. De hecho, no lo soy

- Opino lo contrario – habla Luck abrazando por los hombros a su hermana – vamos por un trago...

- Viorica – escucho mi nombre por lo que nos detenemos y al volvernos me encuentro con April que me observa confundida. – creí que estabas con tu novio…

- ¿novio? – preguntan los Sinclair curiosos a lo que yo asiento con la cabeza.

- Chicos les presento a mi compañera de habitación – digo desviando el tema – April…

- Ya nos conocemos – responde ella a lo que los hermanos asienten con la cabeza.

- ¿Por qué pensabas que estaba con él? – pregunto curiosa llevando la mano a mi bolsillo buscando mi celular, pero recuerdo que está en la mochila por lo que me vuelvo hacia Luck - ¿mi mochila?

- En mi habitación – responde haciéndome fruncir el ceño – pedí que lo llevaran allí.

- ¿en qué momento? – pregunto curiosa por qué nunca vi que se lo entregara a alguien.

- Cuando salimos del restaurante – responde sin más haciéndome sonreír.

- Respondiendo a tu pregunta – interviene April con molestia algo que me sorprende – te llego un paquete a la habitación.

Sin más se marcha dejándome confundida por su actitud, los Sinclair y yo caminamos hasta Zeta Tau Alpha, una vez allí vemos que la fiesta está empezando por lo que rápidamente voy con Luck a su habitación por mi mochila donde busco el celular y al encontrarlo veo que tengo llamadas y mensajes de Scott.

- Vamos por un trago – niego con la cabeza

- Debo irme – respondo pasando por su lado saliendo de la habitación, pero antes de que pueda dar un paso me detengo de golpe al ver a Owen frente a mi. la piel se me eriza al tiempo que paso saliva al ver la intensidad con la que me observa, noto que esta por hablar cuando mi celular suena haciendo que rompa el contacta visual, pero antes de que pueda irme me toma la mano en la que tengo el celular y al ver la pantalla frunce el ceño molesto soltándome antes de hacerse a un lado.

- Creo que te están esperando – la frialdad con la que dice hace que una punzada de dolor me atraviese el tórax.

- Imbécil – digo pasando por su lado confundida al tiempo que siento las lágrimas arder en mis ojos, ¿Qué me pasa?