Ana: Tuve que respirar hondo muchas veces antes de entrar con Adam. Apenas lo miré, de nuevo empecé a llorar como una loca, estaba entubado, con cables conectados por todos lados, su rostro…fue lo mas impactante, el accidente tuvo que ser brutal, mi pecho se estrujaba poco a poco y mi corazón latía con melancolía, podía verlo debatiéndose entre la vida y la muerte, y tenía muchas ganas de gritarle qué se quedara, de decirle que yo tampoco podía vivir sin verlo. Y me sentí estúpida, de no habérselo dicho antes, de no haber hablado con él, porque ahora, tal vez él jamás lo sabría. Sujeté su mano y me quedé ahí llorando y deseando qué despertara pronto. Esa noche no pude dormir absolutamente nada, durante la noche Adam sufrió un paro, nunca antes en mi vida me sentí tan alejada de la rea

