Cuando vamos saliendo de la casa en dos coches sentí algo extraño en mi pecho, era algo que no podía explicar pero qué estaba presente. No le puse mente y solo me dediqué a mi madre. Cuando el coche iba a arrancar otro coche se nos puso en frente. Mamá se detuvo en seco. —¿Y ahora a este qué le pasa? —inquiere haciendo sonar su claxon muchas veces. El otro coche de vidrios oscuros no hacía nada, solo estaba allí sin moverse. A pesar de que mamá seguía sonando el claxon la ignoraban. —Me bajaré a ver qué es lo que quieren —le dije, bajándome del coche. —Ten cuidado, no sabemos qué clase de gente es —me dice mi madre. Cuando me acercaba al coche la puerta del copiloto se abrió así que me detuve en seco. —¿Por qué no nos das chance de salir? —cuestioné cruzándome de brazos. Cuan