Había pasado una semana desde que Terran había llegado al reino de Erodan y también era el tiempo que llevaba sin ver a Sila. Lo cual había empezado a preocuparle, ya que su poder había empezado a descontrolarse, su cuerpo ardía en fiebre y se sentía pesado, él podía sentir como su poder gritaba para ser liberado. Él se dirigió al palacio principal, pero al igual que lo días anteriores los guardias no le permitieron pasar, Yael se acercó a él y le dijo. — Hoy el rey tampoco te recibirá, deberías dejar de insistir en que te reciba. — No pienso hacerlo, me dijiste que para poder estar con la princesa Sila ganarme el favor del rey y es lo que pienso hacer. Tienes una semana de haber llegado y la princesa Sila no te ha venido a verlo, esta mas qué claro que sus sentimientos no son corre

