Al salir de la oficina de su padre, Adara fue a ver a Marina, ya que se había ido hecha una furia. Marina estaba en su habitación, golpeando ferozmente una almohada. Adara tocó la puerta para llamar su atención y le preguntó. _ ¿Estás bien? _ No, estoy muy molesta. _ Te entiendo. Marina miró a su hermana, ella parecía muy tranquila, de alguna manera sintió que se parecía a Sila. _ Ahora piensas tomar el lugar de Sila y ser la intercesora entre padre y nosotras. _ Claro que no, sabes que soy igual de imprudente que tu, Sila es la única de nosotras que parece no tener emociones. _ Ella representa a la perfección a un estanque en calma. _ Aunque da mucho miedo cuando se enoja. _ Lo sé. Adara se sentó en la cama y le dijo. _ Yo tambien odio esta situación y me odio a mi misma por