Liam se quedó mirando a Adara, al igual que su padre ella era sorprendente, sin duda alguna ella también era una bestia en el campo de batalla. — Deberíamos ir a descansar. Dijo Adara rompiendo así el silencio que había entre ambos y sacando a Liam de sus pensamientos. — Perdón. — ¿A qué viene eso? — Por haber dudado en venir. — Te dije que lo entendía cuando me fui. — Lo sé, pero eso no cambia el hecho de que debiste haberte sentido herida y traicionada, se supone que soy la persona en la que debes apoyarte, pero yo no lo hice. — Al final viniste así que. — Aun así, no puedo evitar sentir que traicione tus sentimientos. — No mentiré al decir que no me sentía así, pero creo que será mejor no pensar en eso, no sirve de nada quedarse en el pasado. — Gracias por darme otra oportuni

