Sila se veía tan molesta que Terran no dijo ni una sola palabra en todo el camino hasta su habitación.
Sila lo llevó hasta la cama y tumbo en la cama de un empujo; él se le quedó mirando por un momento, pero su mirada daba miedo así que la apartó rápidamente.
— Lo siento.
— ¿Por qué te estás disculpando?
— ¡¿Qué?!
— ¿Dime por qué demonios te estás disculpando?
— Porque hice que pelearas con tu padre…
La expresión de Sila se endureció aún más, al parecer esa no era la respuesta que ella había esperado.
Terran intentó incorporarse, pero Sila no se lo permitió, ella subió encima de él y le dijo.
— Eres un idiota.
— Lo siento…
— No quiero que te disculpes si no sabes por qué debes hacerlo.
— Yo no…
Sila tomó la barbilla de Terran y le dijo.
— No quiero que hagas promesas que no
