Ismael Al final mis hijas ocuparon mi tiempo, mi energía y mi cabeza consiguiendo mi atención con cada acción en conjunto e individual, tanto así, que en horas de la noche no tuve mente para encargarme de los susodichos, ni siquiera tuve la cabeza para hablar con Cory respecto a Viola, aunque él tenía la ventaja de que mi nieta se sentía a gusto en sus brazos y el lazo entre ambos se fortalecía con el paso del tiempo, lo que llegaba a preocuparme y más por la actitud de mi hija al no querer darle una solución al asunto. Si bien los adultos podremos superar una ruptura amorosa, el lazo con un hijo es más difícil y doloroso de romper, en especial para la pequeña. Sin embargo, hoy era un nuevo día y estaba con la mejor energía recorriéndome, en especial por el exquisito despertar que me di