[Nina] La casa está más viva que nunca, lo digo, no sólo por el llanto de Mia que ahora inunda la habitación, si no por Mar, que se ha tomado muy en serio su papel de hermana mayor y se encarga de avisarme cuando su hermana despierta, llora o simplemente estar la pendiente de ella. —¡Nina bebé! — me grita mientras viene tomada de la mano de Pablo. Volteo y veo la hermosa escena de mi esposo cargado a Mía en un brazo y a Mar caminando feliz a su lado. Me acerco y cargo a Mía que viene llorando. —Ya, ya chiquita — le digo con ternura mientras la pongo sobre mi regazo y la meso. Pablo sonríe —recuerdo cuando no sabía ni mecer a Mar ¿recuerdas? — —Lo recuerdo perfectamente — y me siento sobre el sofá. Mar se sube como puede y se sienta al lado mío —vamos a dale de comer a Mía — le

