[Pablo] — Mía no lleva ni 24 horas en esta planeta y ya tiene estilo— le digo a Nina mientras la observo atentamente en el pequeña cuna que está al lado de su cama. —Es mi hija ¿qué esperabas? — bromea mientras se acomoda un poco y yo le ayudo —¿A qué hora llegará Mar? — me pregunta. —Ya venían para acá ella y Antonio así que en unos minutos, no deben de tardar.— Vuelvo a ver a Mía durmiendo tranquilamente y sonrío. No puedo creer que esa pequeña nena que esta dormida sea mitad mía y mitad Nina, es tan bella y pequeña, con esas manitas que apenas y se pueden mover — me encanta como duerme — le digo a Nina y ella sonríe. —A mi también me encanta que duerma, porque con esos pulmones que se carga, no quisiera que estuviera llorando toda la noche — y se ríe ligeramente. Me acerco a e

