Que ganas de matar a esa sinvergüenza. Se lo advertí, lo dejé muy claro y mírala, tocando a mi esposo porque cree que las cámaras la salvaran, já, en cuanto la tenga delante arrancaré cada uno de sus teñidos pelos.
Esta noche fue la conferencia de prensa y como habíamos acordado, tuve que quedarme en casa mirando todo por la televisión. Estaba triste por no poder acompañar a Daniel en algo tan importante y decepcionada de tener que ocultar nuestro matrimonio, pero entendí las razones y las acepté creyendo que cada parte cumpliría su papel. Sin embargo, allí estaba la muy descarada, tocando el brazo de mi esposo y sonriendo como una tonta. Pensaba hacer creer a la prensa que eran pareja, pero me las cobraría y muy duro.
Tal vez tuviera que quedarme durante las primeras conferencias, per
