—¿Cómo es posible que haya pasado todo esto, Venus? ¿Qué hubiera pasado si estuvieras en el hospital junto con los demás chicos que están heridos? Es que no piensas en las consecuencias. —A ver, ¿yo qué iba a saber que un psicópata iría ayer en la noche a masacrarnos? No soy adivina, Kyle —renegué. Ya llevábamos buen rato discutiendo el por qué no lo llamé y por qué asistí a esa fiesta. —Tu deber era venirte para tu casa, en donde estas a salvo. Ni tan a salvo, aún recuerdo al tipo que se intentó meter la otra noche. —Como sea, Kyle, voy a cambiarme, Rich vendrá por mi en un par de horas. Iremos a la ceremonia de despedida que harán en el campo. —No me llames Kyle, por favor —Es tu nombre, ¿no? —me puse de pie, de brazos cruzados. —Sabes a lo que me refiero. —Pues no lo sé, ¿cómo q