«¿Qué es lo que hace aquí? ¿Cómo se atreve a venir a una casa donde nadie lo ha invitado?» esas son algunas de las preguntas que rondan en mi cabeza, aunque, a decir verdad, en el fondo siento que él lo sabe todo y solo está buscando volverme loca. —¿Qué haces aquí? —escucho la voz del ahora mi esposo incluso antes de que yo pueda decir una palabra. —Necesito hablar contigo, ¿se puede? —responde Latchan sin importarle nada e intenta entrar a la casa, pero Mykel amablemente se interpone entre él y yo, y estira uno de sus brazos como cubriendo la entrada. —Vienes en muy mal momento —contesta firme mientras yo me alejo. —Lo siento, sé que no avise… —trata de explicar. —No tienes por qué saberlo, pero Nahía y yo nos acabamos de casar, y como aun no nos pudimos ir de viaje, estamos pasand