Al día siguiente: 17 de agosto Abrir mis ojos y que lo primero que vea sea a mi esposo viéndome con una sonrisa tatuada en su rostro me hace ver esta realidad tan hermosa que estoy viviendo. —Buenos días esposa de ojos hermosos —me saluda con picardía. —Buenos días esposo —respondo entre suspiros—. Es hermoso despertar así, y ni hablar de que sobre nosotros tenemos este cielo tan precioso —digo y miro hacia arriba. Hace mucho calor afuera, eso no es ninguna novedad ya que estamos en medio del desierto, pero eso pareciera no afectarme en absoluto y es que lo único que me importa es estar con él. —No es la mejor época para venir, pero creo que podemos soportar un poco el calor, ¿no? —me pregunta acercándose a mí y asiento. —Por supuesto —respondo y lo beso castamente, pero él tiene otr