Dos días después: 6 de septiembre Dicen que no se puede confiar cien por ciento en las pruebas de embarazo, y creo que tienen razón. Es justamente por eso por lo que me pase gran parte del día de ayer tratando de encontrar un médico que pudiera atenderme hoy. No es fácil hacer todo esto a escondidas de Mykel, sobre todo cuando él se pasa a cada rato por mi oficina para saludarme o simplemente porque le hace “falta” un beso de recarga como él lo llama. Venir a la cita tampoco ha sido una tarea sencilla. He tenido que escabullirme y pedirle a Sofía que, si Mykel preguntaba por mí, le dijera que fui a hacer una sesión de fotos en otra locación. Hace algunas cuantas semanas, cuando el video de lo que me sucedió salió a la luz, caminar por la calle me sabía a tortura por sentir que todos me s