Al día siguiente: 21 de julio Esta mañana, cuando mi madre vino a instalarse en la casa de Mykel para cuidar a los niños mientras que nosotros nos vamos de minivacaciones, ella fue muy clara conmigo. Me ha aconsejado que no piense en nada más que en mí y en Mykel, y que no preocupara por Malí, que ella la cuidaría con su vida, así como lo hacia conmigo y mis hermanos cuando éramos pequeños. También me ha dado algún que otro consejo romántico, y aunque por momentos me moría de vergüenza, decidí escucharla y tratar de tomar sus consejos. —¿Preparada para pasar un par de días increíbles? —me pregunta mientras pone el coche en marcha y sonrió. —Más que lista, aunque no me digas donde me estás llevando —comento con la intención de que me diga algo. —Y no te lo voy a decir, así que mejor com