Estamos los dos sentados en el borde de la cama en completo silencio y solo miramos a la nada como si todavía no pudiésemos creer lo que esta sucediendo. Es una sensación hermosa, pero muy extraña. Hemos soñado con este momento y ahora que es verdad es como si no lo pudiésemos creer.
—Dime que no es un sueño —me dice y al voltear ella me mira de la forma más hermosa del mundo.
—Parece que no —digo y acomodo su cabello con dulzura.
—Vamos a ser papás… es que me parece mentira —expresa con una amplia sonrisa en su rostro.
—Tanto hemos insistido que finalmente se nos dio —bromeo y ella inmediatamente se pone de pie para pararse frente a mí.
—Permítame decir señor Moreau que es usted muy efectivo —expresa divertida y se sienta a horcajadas de mí.
—Señora Moreau, usted hace que me esfuer
