Antes de que Nadia llegue hasta donde está Egil, él se levanta y camina encontrándose con ella en el medio mismo del salón. La rodea lentamente mientras su mirada áspera envía olas de frío en la espalda de la joven. Egil saca su daga y sin que nadie pille su intención, corta el vestido de Nadia dejando a la vista sus grandes pechos. Todos los presentes jadean al verla, mientras ella solo desea vomitar al ver las miradas lujuriosas de aquellos hombres. —Tu misión esta noche será complacer a todos mis invitados. Seducir es lo que sabes hacer, ¿no?, pues hazlo —Egil rompe lo que queda de su vestido y la deja desnuda completamente antes de alejarse de nuevo hasta su silla. —Egil...—La voz de Nadia se apaga cuando una mano la toma del cuello y la pone de rodillas. Egil llena su copa y ofrec