Analia le siguió sonriendo cual niña cuando le descubren la travesura. Gesto el cual Andrew no pudo resistir a sonreír. —Sabes como soy, ella me buscó y pues no iba a quedarme de brazos cruzados mientras ella me difama. No —Debiste controlarte, no tirarte a los golpes con ella. Ella se acercó a él y enrolló sus brazos alrededor de su cuello. Acercó lentamente su boca a la de él, rozó sus labios. —Quiero pedirte perdón por lo que hice. —susurró contra los labios de él. Él no pudo evitar asombrarse y sin apartarse la miró tomándola del mentón. —¿De qué? Ella se apartó un poco para poder mirarlo a los ojos. Se armó de valor y repitió en su mente lo que diría a continuación. —Eso que escuchaste, quiero que me perdones por haberme metido con Lucas, jamás me debí involucrar con él