El viaje transcurrió en total tranquilidad, luego de la pequeña conversación que tuvieron los mafiosos, él por su parte se movió de su sillón y se fue a una pequeña habitación que había en el jet. Mientras tanto Analia aprovechó para dormir y de esta forma sentir menos el viaje. La aeromoza que los acompañaba se encargó de avisarles a ambos que ya iban a aterrizar para que volvieran a su sitio y se pusiesen los cinturones de seguridad. Andrew un poco soñoliento y con el cabello revuelto se sentó en uno de los asientos más alejado de Analia. No la volvió a ver, simplemente la ignoró por completo, acto que indignó a Analia. Ella estaba acostumbrada a recibir atención todo el tiempo, y que la trataran como a una princesa. Hizo una mueca pero no dijo nada, se limitó a observar por la v