(Narra Annie Rowan) ― Mira, este de aquí se llama Neo. ― Señalé al pequeño cachorro de Bobtail. Dante los miraba con cierta aversión, al principio eran 5 cachorros que fueron abandonados a las afueras de la universidad. Eso pasaba regularmente, ya que se sabía que la facultad de medicina veterinaria, se hacía responsable de cuidar y encontrar hogares para todos los animales que llegaban, cada fin de semana se abrían las puertas para los adoptantes. ― Aléjalo de mí. ― Dijo Dante y se tapó la nariz con un gesto desenfadado, aunque tuviera la mano cubriéndole parte de la cara, yo podía ver su sonrisa. ― Huelen a frituras de queso. ― ¿En serio? ― Me acerqué al cachorrito y lo olisqueé. Y en efecto, al hacerlo, un sutil aroma a queso me penetró en la nariz, pero no era un olor para nada des

