(Narra Dante Weiss)
― ¡Dante! ― Escuchaba como me gritaba Annie. La observaba desde la espesura del bosque, estaba transformado y la seguía en silencio.
Annie caminaba mirando en todas direcciones, me buscaba, yo estaba de muy mal humor y no quería hablar con ella ahora. Era una necedad de su parte el querer volver a la maldita Liberty. ¿Por qué carajos tenía que buscar exponerse de ese modo? ¿Solo por su “amistad” con Cordelia? Esa Cordelia, era una chica amable y no tenía malas intenciones. Pero había algo en ella, un olor muy raro, como a demasiada melancolía. Quizá inconscientemente Annie también notaba eso. Mi conejita era muy perspicaz con las personas, sabia como se sentían sin que se lo dijeran, o al menos lo sospechaba. No es una jodida broma cuando digo que Annie es especia
