(Narra Dante Weiss) “Es una jodida broma”. Pensé y una risa nerviosa se me escapó, dudaba de lo que mis oídos habían escuchado. ― ¿No es broma? ― Pregunté pero Annie no se inmutó. ― Lo dijiste en serio…― Y me llevé ambas manos a la cabeza. Vaya mierda, quizá no era tarde para volver allá y moler a golpes a ese hijo de perra. ― Sí, pero ya no vas a ir a seguirlo golpeando. ― Se carcajeó y se aferró a mi brazo, solo entonces me di cuenta que mi cuerpo ya estaba en dirección contraria, listo para ir a terminar ese asunto pendiente. Sonreí como bobo en cuanto miré el rostro de Annie, sonriente y con esas mejillas rosáceas, sus ojos redondos y brillantes me miraban solo a mí, su sonrisa era sola para mí, el toqué fuerte y cálido de su mano era solo para mí. O bien salvé al maldito país en m

