(Narra Dante Weiss)
― Nos vamos hoy, Bree. ― Le dije y ella asintió con irritación, miró a Carter pero él ya estaba preparado para eso.
― Solo para que lo sepas, ―Dijo ella mientras me señalaba con su dedo chueco. ― yo ya había pensado en irme, no lo hago porque me lo ordenas. Yo no sigo tus órdenes.
― Bree, él es el Alfa. ― Le chistó Carter. ― Y eres de la manada ahora.
Entonces la miré con el ceño fruncido y ella apartó la mirada, pude escuchar cómo se mordía la lengua para no seguir hablando, dijera lo que dijera, Carter tenía toda la razón.
Anduvimos por ahí el resto de la tarde, comimos todos juntos y antes de irnos, Annie me acompañó a la camioneta, me di cuenta entonces que la deje justo afuera de una tienda de suvenires. “Tráeme algo cuando vuelvas, primo Dante.” Las palabras
